Por varios motivos.
El primero, que es siempre un placer quedar con mi amiga Mari Carmen (MC a partir de ahora), una aspirante a actriz que ya ha hecho sus pinitos en alguna que otra produccion de bajo presupuesto, pero que le tira mas el mundo del teatro. Nos conocimos cuando ambos trabajabamos en Pryca, y desde entonces, con nuestras lagunas de por medio, siempre hemos mantenido el contacto (ahora ella esta afincada en Madrid, estudiando arte dramatico). Hemos quedado para asistir a un concierto de La Musicalite, que ya tocaba que fuera a alguno. Son unos amigos comunes de nuestra aventura Pryquera, a los que habia perdido el contacto practicamente desde que se fueron a la capital del estado a probar fortuna. Hemos ido a cenar al bar Espiral a un sitio del que no voy a mencionar el nombre porque son clientes de la empresa que me da de comer y no es cuestion de morder su mano, pero que para una hamburguesa y un sandwitch han tardado la friolera de UNA HORA en servirnos. Corramos un tupido velo con eso. Mientras esperabamos, he conocido a un amigo de MC, Jose Angel (JA), que casualmente es el prota de la produccion de bajo presupuesto que os he mencionado antes. Y le he dicho lo mismo que digo en el post que le dedique en su dia. Bien, pues resulta que JA no es ni actor ni nada que tenga que ver con la interpretacion, es un profesor de salsa al que un buen dia el director de la peli le propuso protagonizarla. Y se nota, asi que +1 por JA, que hizo lo que pudo, y -1 por el director, por tanto recortar.
Ya en el concierto, me ha sorprendido la fuerza de los chicos en el escenario. Decir que no les habia visto desde el principio de su andadura, cuando ni siquiera les habia cojido ninguna discografica, y es una pasada. Entre la acustica de la sala y la fuerza de los chicos, este ha sido un gran concierto. Un concierto en el que yo tambien he tenido mi momento de gloria cuando Jaime, el cantante, me ha dedicado un tema.
Cuando ha acabado el concierto, y despues del aluvion de fans, he conseguido hacerme una foto con los cuatro (aqui he tenido un momento «glam», cuando me he visto semi-abrumado por camaras de fotos, jajajajajaja), hemos hablado y recordado viejos tiempos, y hemos intercambiado telefonos para poder quedar un dia y tomar unas birras tranquilamente.
En definitiva, una noche curiosa, fructifera y sobretodo, emotiva.
Gracias Mari Carmen